Si alguna vez has intentado lanzarte a escribir sobre ti misma y te has encontrado con obstáculos, es posible que no estés preparada aún para este tipo de reflexión. Aquí te dejo tres señales claras de que quizás sea mejor esperar un poco antes de lanzarte a la escritura introspectiva.

• Te sientes incómoda con el silencio y la soledad
  La escritura introspectiva necesita momentos de calma. Para ser sincera con uno misma, es necesario estar en silencio, sin distracciones. Si te incomoda estar solo con tus pensamientos, o si sientes ansiedad cuando no hay ruido o distracciones externas, puede que no estés preparada para este tipo de escritura. La introspección requiere ese espacio para que surjan las ideas sin prisa ni presiones externas.

• Eres reacia a confrontar tus emociones
  La escritura introspectiva te lleva a enfrentarte con tus sentimientos más profundos: miedos, inseguridades, deseos ocultos. Si sientes que tus emociones son algo que prefieres evitar o que no te atreves a explorar, esto puede ser una señal de que no estás lista. En este tipo de escritura, el proceso de conocerte y aceptar lo que sientes es fundamental, y si evitas esa confrontación, el ejercicio perderá su efectividad.

• Te frustra la incertidumbre o la falta de respuestas claras
  La introspección no ofrece respuestas rápidas ni soluciones inmediatas. A menudo, puede dejarnos con más preguntas que respuestas. Si te incomoda la idea de no encontrar conclusiones claras o si te sientes frustrada por no llegar a algo definitivo, entonces quizás aún no estás preparada. La escritura introspectiva es un proceso largo y a veces incierto, que necesita paciencia y aceptación de esa falta de certeza.

Si te identificas con alguna de estas señales, no te preocupes. La escritura introspectiva es un proceso personal que requiere estar preparada para mirarse en el espejo sin filtros. Quizás lo que necesitas es dar espacio a tus pensamientos y emociones, sin presionarte, y en su momento, la escritura vendrá naturalmente.

Sofía Alonso Díaz