En nuestra vida diaria, solemos hablar de la necesidad de calma y cómo podemos encontrarla en momentos difíciles o de estrés. Sin embargo, hay otro tipo de reto emocional del que a menudo no se habla: los días en los que la energía se desborda, cuando la euforia, la hiperactividad o simplemente una energía sin dirección nos arrastra. Estos momentos pueden ser igual de complicados que los días oscuros, porque, aunque parezca que tener energía es positivo, demasiada de ella puede hacernos sentir fuera de control.

Para esos días de energía desbordante, existe un ejercicio que te puede ayudar a encontrar tu equilibrio: escribir una nota de calma. Este ejercicio te permitirá reconectar contigo mismo, regularte y recordar que no siempre necesitas estar a mil por hora. La idea es escribir esta nota en momentos en los que te sientas sereno, para poder leerla después, cuando tu energía te sobrepase.

A continuación, te guiaré paso a paso para crear tu propia nota de calma. Estas preguntas te ayudarán a reflexionar sobre qué es lo que te devuelve a la tranquilidad y cómo puedes regularte cuando lo necesites.

1. ¿Qué palabras te ayudan a reconectar con la calma?

El lenguaje tiene un poder enorme para influir en cómo nos sentimos. Las palabras que elegimos usar con nosotros mismos pueden ser una herramienta poderosa para cambiar nuestro estado mental. Piensa en palabras o frases que te transmitan calma, serenidad y equilibrio. ¿Qué te dicen esas palabras? ¿Qué sensación te producen?

Por ejemplo, palabras como “paz”, “respira”, “lentitud” o “presente” pueden actuar como anclas cuando sientas que tu mente va demasiado rápido. Anota estas palabras en tu nota para que, cuando estés en uno de esos días agitados, puedas leerlas y empezar a regular tu energía.

2. ¿Qué sientes cuando estás en calma?

Recuerda un momento reciente en el que te hayas sentido realmente tranquilo. ¿Cómo se siente tu cuerpo en esos momentos? ¿Qué emociones están presentes? Quizá notes que tus hombros están relajados, que tu respiración es más profunda, o que sientes una ligereza en el pecho. Es importante que detalles estas sensaciones porque, al recordarlas, te será más fácil replicarlas en los momentos de euforia.

Escribe una breve descripción de esas sensaciones en tu nota de calma. Esto te ayudará a visualizar el estado de paz y a recordarle a tu mente y cuerpo cómo es sentirse equilibrado.

3. ¿Qué actividades pequeñas te ayudan a pausar y respirar?

A menudo, son los pequeños gestos los que nos ayudan a detenernos en medio de la vorágine. Actividades simples, como tomar un vaso de agua, hacer una respiración profunda o estirarse durante un minuto, pueden tener un gran impacto en nuestro nivel de energía.

En tu nota, haz una lista de esas pequeñas acciones que te traen de vuelta al momento presente. Puede que no siempre tengas tiempo para meditar o hacer una actividad más prolongada, pero estos pequeños gestos pueden ser exactamente lo que necesitas para detenerte y reenfocarte.

4. ¿Qué te suele abrumar cuando tienes demasiada energía?

Es útil identificar cuáles son los desencadenantes que te llevan a sentirte con demasiada energía o fuera de control. A veces, son las responsabilidades acumuladas, un ambiente muy estimulante, o incluso un día especialmente productivo lo que te lleva a un estado de hiperactividad.

Anotar lo que te suele abrumar te permitirá estar más consciente cuando esas situaciones se presenten. No se trata de evitarlas, sino de estar preparado para gestionarlas mejor.

5. ¿Cómo puedes recordarte en esos momentos que está bien bajar la velocidad?

En los días en los que tu energía se desborda, puede ser difícil permitirte bajar el ritmo. A veces, tenemos la sensación de que si frenamos, estamos siendo ineficientes o nos estamos quedando atrás. Sin embargo, bajar la velocidad es a menudo lo que más necesitamos para seguir avanzando de manera equilibrada.

Crea una frase o un “mantra” que te recuerde que está bien tomarte una pausa. Puede ser algo como: “Bajar el ritmo también es avanzar”, o “Respirar es parte del proceso”. Este mensaje personal será tu ancla cuando sientas que no puedes parar.

6. ¿Qué te gustaría recordarte sobre el equilibrio y el autocuidado?

Finalmente, escribe un mensaje directo para ti mismo, recordando la importancia del autocuidado. Este será el corazón de tu nota de calma. Puede ser algo como:

“Hoy me siento en calma, y quiero recordarme que bajar la marcha no significa perder el rumbo. Es seguro detenerse, es seguro pausar, y todo sigue estando bien cuando me doy tiempo para respirar. Mi energía es valiosa, pero no siempre necesita estar al máximo. Confío en mi capacidad para encontrar el equilibrio.”

Este mensaje debe reflejar lo que necesitas escuchar en los días en que te sientas fuera de control. Hazlo tan personal como sea necesario para que, cuando lo leas en esos días difíciles, te haga volver a ti mismo.

Ejemplo de Nota para Días de Energía Desbordante

“Hoy te sientes en calma. Respiras profundo, y todo a tu alrededor se siente tranquilo. Cuando la energía se desborde y todo parezca ir demasiado rápido, para un segundo. Respira, estírate, tómate un momento para reencontrarte. No necesitas estar a mil por hora para ser feliz o productivo. La calma está aquí, siempre que la busques. Confía en ella. Confía en ti.”

Este ejercicio es sencillo pero poderoso. Escribir esta nota en momentos de calma te permitirá tener una guía emocional a la que recurrir cuando sientas que la euforia y la hiperactividad te abruman. Recuerda que la escritura es una herramienta de autoconocimiento y regulación, y puedes usarla tanto en los momentos bajos como en aquellos en los que tu energía parece no tener límite.

¡Escribe tu nota de calma y tenla a mano para esos días en los que necesites reencontrarte!

Sofía Alonso Díaz