Todos hemos oído hablar de la importancia de establecer límites con los demás, ¿verdad? Sabemos que es esencial para proteger nuestra energía y mantener relaciones saludables. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en los límites que necesitas ponerte a ti mismx?

Voy a ser sincera contigo: establecer límites internos es igual de crucial, si no más. Sin embargo, es algo que solemos pasar por alto. Y aquí te voy a contar por qué es tan importante y cómo puedes empezar a hacerlo.

¿Qué son los límites con uno mismx?

Antes que nada, quiero que te imagines a los límites como las líneas que dibujas en la arena. Estas líneas te indican hasta dónde puedes llegar sin perjudicar tu bienestar. Cuando hablamos de establecer límites con nosotrxs mismxs, nos referimos a poner esas líneas en nuestra vida diaria para evitar caer en comportamientos, pensamientos, o hábitos que nos desgasten emocional, mental o físicamente.

Poner límites no es un acto de restricción, sino un acto de amor propio. Es decirte: «Hasta aquí llego porque me respeto y me cuido». Estos límites pueden incluir cosas como el tiempo que dedicas a trabajar, la forma en que te hablas a ti mismo, o cómo gestionas tus emociones.

¿Por qué es tan importante poner límites internos?

Imagina que tienes una jarra llena de agua, y cada vez que das tu tiempo, energía o atención a algo, viertes un poco de esa agua. Si no tienes cuidado, esa jarra se vacía rápidamente y te quedas sin nada para ti. Establecerte límites es como asegurarte de que siempre tendrás suficiente agua en esa jarra para mantenerte hidratadx, equilibradx y llenx de energía.

Cuando no ponemos estos límites, podemos caer en la trampa de la autoexigencia excesiva, el perfeccionismo, o incluso la autocrítica destructiva. Nos exigimos más de lo que podemos dar, trabajamos hasta agotarnos, o nos castigamos por cada error, grande o pequeño. ¿El resultado? Acabamos sintiéndonos ansiosos, estresados, y emocionalmente agotados.

Cómo empezar a hacerlo

Ahora, vamos a lo práctico. Sé que puede sonar un poco abstracto, pero aquí te dejo algunos pasos concretos para que empieces a poner esos límites que necesitas:

1. Identifica Tus Áreas Problemáticas:
   • Tómate un momento para reflexionar sobre las áreas de tu vida donde sientes que te estás sobrepasando o agotando. ¿Trabajas demasiado? ¿Eres demasiado durx contigo mismx cuando cometes un error? ¿Te cuesta desconectar y relajarte? Reconocer estas áreas es el primer paso.
2. Define tus Límites:
   • Una vez que sepas dónde necesitas límites, es hora de definirlos. Por ejemplo, si tiendes a trabajar demasiado, podrías decidir no trabajar después de cierta hora o establecer un límite en las horas que dedicas a tus tareas. Si eres muy autocríticx, podrías proponerte detenerte cada vez que empieces a juzgarte y, en su lugar, practicar la autocompasión.
3. Comprométete Contigo Mismx:
   • Poner límites no sirve de nada si no te comprometes a respetarlos. Haz un pacto contigo, como lo harías con un amigx . Prométete honrar esos límites porque sabes que son para tu propio bienestar.
4. Practica la Autocompasión:
   • Este paso es fundamental. A medida que empiezas a implementar estos límites, habrá momentos en los que te deslices o te encuentres volviendo a viejos hábitos. En lugar de castigarte, practica la autocompasión. Recuérdate que estás aprendiendo y que es normal tropezar en el camino.
5. Ajusta según sea necesario:
   • La vida cambia y con ella, tus necesidades y prioridades. No tengas miedo de ajustar tus límites cuando sea necesario. A veces, necesitarás ser más flexible, y otras veces, más firme.

Vive con intención y respétate

Establecer límites contigo mismx es un acto de profundo respeto y amor propio. No es acerca de limitarte, sino de proteger tu energía, tu bienestar y tu equilibrio. Cuando te comprometes a respetar estos límites, te das el permiso de vivir con más intención, menos estrés, y mucho más bienestar.

Recuerda, los límites no son barreras que te separan de los demás o de tus metas, sino que son las líneas que te guían para que puedas moverte por la vida con más claridad, propósito y paz interior.

¡Hazlo por ti!

Sofía Alonso Díaz